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Árboles plantados
Fundación Reforestemos nace después del último gran incendio ocurrido en el Parque Nacional Torres del Paine, en diciembre de 2011, el que destruyó más de 17 mil hectáreas, bajo el nombre de Reforestemos Patagonia. Luego de los trágicos incendios forestales del año 2017, la fundación vivió un proceso de expansión, donde se definió su nueva identidad como Fundación Reforestemos, para así ocuparse de la gran tarea de restaurar otras zonas dañadas por los catastróficos incendios.
Se trata de una iniciativa que gestiona el apoyo público y privado para organizar acciones y proyectos que contribuyan con el cuidado, la recuperación y valorización de áreas de alto valor ecológico en la Patagonia Chilena, uno de los principales patrimonios naturales del mundo, y también en recuperar y proteger zonas del sector centro-sur del país.
A sus 13 años, la fundación ha logrado implementar un plan de trabajo integral, donde la reforestación es parte de un ciclo que se inicia por medio de la educación ambiental, seguido de la protección de áreas de alto valor ecológico, la prevención de incendios forestales, la germinación de nuevas especies en su propio vivero, y finalmente la plantación de nuevos árboles nativos.
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Esta campaña requiere del compromiso de todos, por lo que invitamos a la ciudadanía a colaborar con la restauración de los bosques nativos de nuestro país. Cualquier persona, grupo de personas natural o empresas, ya sea de Chile u otro país, puede aportar donando un árbol nativo a través de la página web, por medio de transferencias bancarias o grandes aportes directos. Otra forma de aportar es uniéndose al plan de socios de la fundación.
Revisa nuestros tutoriales con el paso a paso.
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Primero, revisa la bandeja de spam, ya que podría haber llegado ahí. Si no está, podría ser que hayas ingresado mal la dirección del correo electrónico. En este caso, escribe a [email protected] y nosotros te enviaremos nuevamente el certificado.
Para regalar un árbol nativo, sigue el siguiente paso a paso:
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Para aportar plantando un árbol nativo, sigue el siguiente paso a paso:
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Para crear un bosque virtual debes plantar un árbol (como condolencia, regalo o aporte), una vez que estés dentro de ese paso a paso, tienes dos opciones:
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Para canjear un código, te invitamos a seguir el siguiente paso a paso:
Si el código que recibiste no llegase a funcionar, contáctate con nuestro equipo a través de esta página web en la sección “contacto” o al correo [email protected]
Si te interesa plantar tus propios árboles y te gustaría participar de nuestras reforestaciones, te invitamos a participar de nuestros voluntariados ciudadanos de reforestación nativa. Para postular, debes estar atento a un próximo proceso de convocatoria, este lo realizamos a través de nuestra web y redes sociales.
También, puedes inscribirte aquí , así quedarás en nuestra base y te enviaremos directamente la información.
Para cada árbol se necesita mucho trabajo: desde la búsqueda y evaluación de las condiciones edafológicas, ecológicas y bioclimáticas que finalmente le otorgan viabilidad técnica a un sitio de plantación; hasta la ejecución del proyecto en sí mismo, lo que implica compra y traslado de las plantas, fertilización, holladura, plantación, sistemas de riego, control de malezas, instalación de protectores individuales y cercos. Además, el monitoreo y seguimiento que hacemos hasta 5 años finalizada la plantación.
Cada zona cuenta con características y necesidades diferentes, por lo que los árboles tienen valores distintos. Estos varían, en la mayoría de los casos, según los costos de despeje de especies invasoras, instalación de cercos y lugares complejos por pendientes. En el caso de la Araucanía Andina, esto se debe a la baja disponibilidad de plantas con material genético de la zona, y la necesidad de realizar actividades específicas para recolectar, viverizar y producir plantas con genética de la misma reserva.
Una vez que realices tu aporte, recibirás un e-mail que certifica la plantación, indicando las coordenadas exactas dónde se ubicará tu árbol a través de un link geo-referenciado en Google Maps.
También, puedes revisar aquí nuestros informes técnicos de plantación.
Fundación Reforestemos es una organización sin fines de lucro, auditada por una entidad externa –PKF Auditores- para asegurar que no se genere ningún tipo de uso de utilidades por parte de personas o empresas. Las donaciones NO tienen otro fin más que éste. Además, el espíritu de no lucrar con esta campaña se consagra en los convenios firmados con Conaf, Fundación Imagen de Chile, Universidad de Chile, Agencia de Sustentabilidad y cambio climático, a la vez de que se cuenta con el Patrocinio del Ministerio del Medio Ambiente y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Los lugares empleados para la reforestación pueden ser Áreas Silvestres Protegidas estatales, así como también áreas protegidas privadas que velen por el cuidado, conservación y recuperación de la biodiversidad. Otros sitios donde podrían ser destinados los árboles son áreas fiscales de alto valor ecológico y/o áreas de importancia para las comunidades.
Las especies que se plantarán se definen a partir de las condiciones climáticas, edafológicas y ecológicas del ecosistema boscoso a recuperar. El objetivo es iniciar un proceso que le permita al nuevo bosque recuperar sus funciones y dinámicas ecológicas propias de un ecosistema sano.
Actualmente, trabajamos en tres macro-zonas: austral, sur y centro. En todas se utilizan en primera instancia especies colonizadoras, es decir, especies que se han adaptado para ser pioneras en ecosistemas que han sufrido una perturbación, por ejemplo la remoción del bosque.
En la zona austral o Patagonia se emplean principalmente lenga, coigüe y ñirre. Mientras que, en zona centro sur, se trabaja con un gradiente de especies que van desde especies más xerofíticas como puede ser quillay, litre, huingán, maitén, molle y peumo, hasta especies propias de latitudes más australes como son el roble, coihue, canelo, lingue, raulí y notro.
Todas las plantas que se emplean en los proyectos de reforestación corresponden a especies nativas de los bosques chilenos, por lo cual se encuentran adaptadas a las condiciones geográficas, climáticas y edafológicas de Chile. Además, especies que han coevolucionado junto a otras especies vegetales y animales, constituyendo relaciones ecológicas en equilibrio con el ambiente.
Para cada proyecto de reforestación se selecciona un vivero abastecedor que produzca plantas acordes al tipo de proyecto y que cuente con las especies necesarias para llevarlo a cabo. En el caso de Patagonia, desde el 2023 contamos con nuestro propio vivero, el que fue creado como una solución a la escasez de producción de plantas en la zona y con el que proyectamos 80 mil plantas anuales para nuestros proyectos. Por otra parte, también se consideran acciones estratégicas en función de la distancia al área de reforestación, o la existencia de donaciones de plantas.
Las áreas para recuperar se definen en función del contexto del lugar Algunos de los elementos que se consideran son: necesidad de recuperación, facilidad de acceso, ordenamiento del área, riesgos, cercanía a agua en caso de riego, etc. En cada caso, expertos forestales revisarán en detalle los aspectos técnicos y de operación.
Los árboles serán plantados bajo la dirección de nuestro equipo forestal, que reúnen una vasta experiencia en forestación. Contamos con dos modalidades de plantación, éstas pueden ser hechas en trabajos de voluntariado asistidos por monitores -cuando son volúmenes pequeños- y cuando nos enfrentamos a grandes plantaciones, éstas se realizan con empresas contratistas que ejecuten plantaciones nativas bajo los estándares solicitados. En ambos casos, Reforestemos toma un rol protagónico en todo momento, supervisando que se ejecute correctamente.
Reforestemos realiza periódicamente labores de mantención y monitoreo de los proyectos realizados, con el fin de chequear el prendimiento y evolución de las plantas. Dado a que la gran mayoría de los lugares de plantación son de propiedad del Fisco – a cargo de la vigilancia de Conaf – es ésta la entidad encargada de la protección de las plantas y de velar por su desarrollo en los terrenos pertenecientes a áreas silvestres protegidas. Respecto a otros terrenos, es cada entidad la encargada, por medio de su compromiso y firma de un convenio, a velar por el cuidado de estas nuevas plantaciones. Sin embargo, como Reforestemos, realizamos labores periódicas de monitoreo de todas nuestras plantaciones para chequear el prendimiento y evolución de las plantas.
Revisa aquí el detalle de los estudios, trabajos y monitoreos realizados.
El seguimiento de los árboles plantados es un proceso fundamental en nuestros proyectos de reforestación, diseñado para maximizar la tasa de prendimiento y asegurar el desarrollo óptimo de las especies en cada ecosistema. Dado que las áreas de plantación pueden presentar diversas amenazas para los árboles en crecimiento, como la herbivoría por parte de ganado, conejos o liebres, realizamos un análisis detallado de cada caso. Según las condiciones del terreno y los riesgos identificados, se han identificado dos tipos de plantación: por conglomerados, es decir, protegidas por cercos de malla de alambre con la altura y profundidad necesaria para evitar el ingreso de liebres. Y con shelters, es decir, con protecciones individuales para evitar la depredación de otros animales.
Además, establecemos un riguroso programa de monitoreo mediante parcelas forestales, en las que se registran variables clave como la composición de especies, la tasa de sobrevivencia, el crecimiento en altura, el diámetro a la altura del cuello (DAC) y el estado fitosanitario de cada ejemplar. Este seguimiento se realiza durante al menos cinco años, extendiéndose en algunos casos hasta siete o diez años, dependiendo de las características del proyecto.
Adicionalmente, en el caso de tratarse de predios privados, mantenemos una relación activa con los propietarios o administradores de los terrenos reforestados, con el fin de complementar la información con registros fotográficos y actualizaciones sobre la evolución del bosque, garantizando así una restauración efectiva y sostenible.
La preparación del terreno antes de la plantación depende de sus condiciones específicas y del estado del ecosistema a restaurar. Las acciones pueden ir desde un roce en la casilla de plantación hasta intervenciones como el control de especies exóticas, la instalación de cercos para excluir ganado o la preparación mecanizada del suelo con maquinaria pesada para mejorar la capacidad de establecimiento de las plantas.
En el caso de un terreno afectado por incendio forestal, es esencial considerar diversos factores que pueden influir en la recuperación del ecosistema. Si bien el suelo desempeña un papel crucial al actuar como reservorio de agua, nutrientes y carbono, otros elementos también pueden ser determinantes en el proceso de restauración. Aspectos como la presencia de especies exóticas, el clima regional, la capacidad de regeneración natural y los requisitos administrativos de la superficie a intervenir pueden tener un impacto significativo en el éxito de la restauración.
La mejor época para plantar árboles nativos en Chile es durante el otoño e invierno, cuando las temperaturas son más bajas y las precipitaciones permiten que las plantas se establezcan con menor estrés hídrico. En reforestaciones sin riego, este periodo es clave para que los árboles aprovechen la humedad del suelo y desarrollen un sistema radicular sólido antes de enfrentar el verano.
En Fundación Reforestemos, comenzamos sus plantaciones en otoño, asegurándose de que al menos haya ocurrido una lluvia de 30 mm, lo que permite que el suelo esté suficientemente humedecido para favorecer el prendimiento. Sin embargo, el trabajo no termina con la plantación. Realizamos un seguimiento constante para evaluar la evolución de los árboles y ejecutar labores de mantención cuando es necesario. Estas incluyen la creación de tazas alrededor de las plantas, una técnica que ayuda a optimizar la captación y retención del agua de lluvia, evitando que escurra en terrenos con pendiente.
La restauración de ecosistemas es una causa que nos involucra a todos y requiere del compromiso de distintos actores de la sociedad. En Fundación Reforestemos creemos firmemente en el trabajo colaborativo como la clave para generar cambios sostenibles en el tiempo. Por ello, contamos con diversas opciones para que tanto la sociedad civil como el sector público y privado puedan sumarse a esta misión y contribuir activamente a la recuperación de nuestros bosques nativos.
Nuestro trabajo es respaldado por alianzas estratégicas con instituciones de gran impacto, como CONAF, Marca Chile, WCS, Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile y el Colegio de Ingenieros Forestales, entre otros. Además, contamos con el patrocinio del Ministerio del Medio Ambiente y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, lo que refuerza nuestro compromiso con la restauración ecológica y la sostenibilidad a largo plazo. Por otra parte, somos parte del Consejo de Política Forestal, el Consejo de Bosque Nativo del Ministerio de Agricultura, la Mesa Técnica por la restauración del Jardín Botánico de Viña del Mar y de la Cámara Ambiental de FSC, certificación mundial del manejo sustentable de los bosques.
Para que un proyecto pueda producir bonos de carbono deben cumplirse varios requisitos, como por ejemplo, estudios de línea base, estudios de secuestro, acreditación y adicionalidad, entre otros. Fundación Reforestemos no se financia gracias a la venta de bonos de carbono, sino que por otros medios, no se considera como proyecto de reducción de emisiones de efecto invernadero, ya que la naturaleza de la campaña no está dentro de esos estándares.
Si te interesa saber más de este tema, te invitamos a que visites la página de VCS y SCX
La reforestación con especies nativas proporciona una serie de beneficios ecológicos fundamentales para la restauración de los ecosistemas degradados, favoreciendo tanto la
biodiversidad como la provisión de servicios ecosistémicos esenciales. Al utilizar especies propias de cada bosque nativo, se contribuye a restablecer la estructura y funcionalidad de los ecosistemas originales, generando impactos positivos a largo plazo.
Además de sus beneficios ecológicos, la reforestación con especies nativas tiene un impacto social fundamental. Alrededor del 22% de la población mundial depende de los bosques para su sustento diario, ya sea como fuente de alimento, energía o agua limpia. Además, 1.600 millones de personas dependen directamente de ellos para su bienestar, siendo los bosques parte esencial de diversas culturas e identidades.
Entre los principales beneficios se encuentran:
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Soledad Corti Otaegui de Chile ha plantado 1 árbol en la Patagonia.