La metodología de plantación es en núcleos de 100 plantas cada uno, con un distanciamiento entre núcleos de 20 metros, técnica que imita el comportamiento de regeneración natural de los árboles en condiciones silvestres, donde crecen formando núcleos en sitios pequeños. Esto les permite protegerse entre ellos del viento, mejorar la calidad del suelo y la disponibilidad de nutrientes.