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Tras 10 años trabajando de manera continua, la ONG cumple su ambiciosa meta de llegar a un millón de árboles plantados y continúa su compromiso de seguir luchando contra la deforestación -la segunda causa del cambio climático a nivel mundial- con un renovado plan de trabajo integral, que considera educación ambiental, protección y restauración de áreas de alto valor ecológico, prevención de incendios forestales, germinación de nuevas especies y reforestación con especies nativas.
Actualmente, su operación alcanza 11 regiones, expandiéndose también a países vecinos como Argentina y Perú
Mucho antes de que se levantara la alerta del cambio climático como la principal amenaza para el planeta, los gestores de Fundación Reforestemos ya tenían plena consciencia de la relevancia que tiene la preservación del medio ambiente para el bienestar de la humanidad. Es por eso que, al producirse el mega incendio en el Parque Nacional Torres del Paine, en 2012, rápidamente se unieron para dar forma a una cruzada ciudadana para recuperar parte del bosque nativo que terminó en cenizas debido a un error humano. Desde entonces, cientos de voluntarios han participado en las actividades de plantación de los nuevos árboles nativos que devolverán el valor ecológico a esta emblemática reserva a nivel mundial.
Durante estos diez años, la ONG no solo ha trabajado sin parar por esta causa, si no que ha expandido su labor hacia el resto del país, impulsando así la campaña ciudadana de reforestación y restauración ecológica más grande en la historia de Chile, logrando llegar a 1 millón de árboles nativos plantados. Pero este es recién el comienzo.
Este trabajo de reforestación cobra especial relevancia en un escenario en que la deforestación es la segunda causa del cambio climático en el mundo, con un 33% de la superficie degradada. En tanto, a nivel nacional, el 72% de la superficie tiene un grado de sequía y un 27% tiene riesgo de sufrir desertificación. En este contexto, la recuperación de bosques nativos es clave para nuestro ecosistema, ya que poseen servicios indispensables para la vida, como es la capacidad de renovar el aire, pudiendo absorber hasta el 40% de las emisiones de Co2 mundial en un año. Asimismo, disminuyen las temperaturas globales, favorecen la recuperación de los suelos, regulan el ciclo hídrico y un sinfín de otros beneficios. Además, El 75% de agua dulce que se consume en el mundo proviene de ellos.
Y no solo aportan al medio ambiente, sino que también a la salud de las personas, economía y subsistencia de la sociedad, pues el 22% de la población mundial depende del bosque para su sustento diario. Pero también son fundamentales para la fauna nativa que habita en ellos. De hecho, el 68% de los mamíferos depende de nuestros bosques, el 75% de las aves se refugia en éstos, al igual que el 80% de la biodiversidad terrestre.
Suzanne Wylie, directora ejecutiva de Fundación Reforestemos, explica “Estamos muy orgullosos de celebrar la meta de nuestro primer millón de árboles nativos. Esto ha sido un trabajo colaborativo, por lo que estamos muy agradecidos del apoyo constante que han tenido con la causa el mundo público, privado y por sobre todo la ciudadanía. Hoy se pierden cerca de 13 millones de hectáreas de bosque al año, por lo que nuestro compromiso es seguir trabajando en su preservación y que este primer millón de árboles sea solo el comienzo de muchos más .”
En Fundación Reforestemos tienen claro que plantar árboles es solo uno de los pasos para combatir la deforestación y que para lograr un verdadero impacto, esta problemática debe enfrentarse de manera integral donde la reforestación es parte de un ciclo que se inicia con la educación ambiental, seguido de la protección de áreas de alto valor ecológico, la prevención de incendios forestales, la germinación de nuevas especies que contengan el mismo material genético del bosque a recuperar y finalmente la plantación de nuevos árboles nativos.
En estos diez años, han plantado 1 millón de árboles nativos en 11 regiones y 56 comunas de Chile, además, además han iniciado acciones para expandir su operación a 2 países vecinos, cómo son Argentina y Perú. Todo esto gracias a un trabajo articulado entre el mundo público y privado, contando con el apoyo de más de 600 empresas, 5 mil voluntarios, 100 embajadores, y una comunidad de más de 350.000 personas.
Soledad Corti Otaegui de Chile ha plantado 1 árbol en la Patagonia.