La Lenga, nuestro árbol patagónico (y al que le tenemos un cariño especial)

La Patagonia, tierra de majestuosos paisajes y una rica biodiversidad, alberga un tesoro natural que emerge imponente entre sus vastas extensiones: la Lenga. Este árbol nativo de Chile, encarna la esencia misma de la región. Sus raíces arraigadas en la historia y su esbelta figura desafiando vientos implacables, hacen de la Lenga un símbolo de resistencia y fortaleza.

La Lenga, científicamente conocido como Nothofagus pumilio, se erige como uno de los tesoros más preciados de la flora chilena. Su presencia se destaca en los bosques patagónicos, dotando de belleza y equilibrio a los ecosistemas que habita. Con su característico follaje persistente y tonalidades cambiantes a lo largo del año, la Lenga se convierte en un lienzo vivo que pinta los paisajes patagónicos con colores vibrantes y otoñales durante las estaciones.

Pero la Lenga no solo se destaca por su apariencia y resistencia, sino también por su importancia ecológica. Es un hogar vital para numerosas especies de fauna y flora, brindando refugio y alimento a una gran diversidad de organismos. Además, su capacidad para retener agua y regular el ciclo hidrológico contribuye a mantener la salud de los ecosistemas a su alrededor.

Ahora, vamos por lo técnico

Descripción: Hojas caducas de forma ovado-elíptica, de 2 a 4 cm de largo y color verde oscuro, con su margen levemente ondulado. Alcanza hasta 30 metros de altura y 1 metro de diámetro máximo. Su fruto es una nuez alada. Su corteza es gris oscura y a medida que envejece se comienza a agrietar de forma longitudinal.

Distribución: Se encuentra desde la región del Maule hasta Tierra del Fuego en Magallanes, desde el nivel del mar hasta los 2.000 m
de altitud, tanto en Cordillera de Los Andes como de la Costa, constituyendo en muchos casos el límite altitudinal arbóreo de la vegetación.

Tipos de ambientes: Adaptada a suelos delgados y/o rocosos, pobres. Soporta sitios de gran amplitud térmica, escasa y/o abundantes precipitaciones (400 / +2.000 mm) y fuertes vientos. Su estructura se adapta al peso de la nieve.

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Dato curioso:

¿Sabías qué usualmente el tronco y ramas están cubiertos del líquen Barba de Viejo (Usnea barbata)? ¿Y que en sus troncos crece el hongo digueñe, conocido como el manjar del sur chileno?

Para nosotros, la Lenga tiene un valor especial, ya que fue el primer árbol que plantamos como Reforestemos, luego del gran incendio que arrasó con el Parque Nacional Torres del Paine en 2011, significando el inicio de esta cruzada ciudadana. Desde esa fecha, ya llevamos más 11 años reforestando los bosques nativos del país, con proyectos a lo largo de 12 regiones y en más de 175 comunas.

Tú también puedes sumarte a esta causa plantando tu propio árbol nativo aquí.

Fuente: Conaf
Fuente: Conaf

 

 

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Soledad Corti Otaegui

Soledad Corti Otaegui de Chile ha plantado 1 árbol en la Patagonia.