Lavar ropa menos seguido: sabemos que suena sucio, pero no nos referimos a no lavar, sino que esperar a que se acumule una buena cantidad de ropa sucia para hacerlo. Y es que esta actividad -luego de la ducha y descarga del W.C- es la que más consume agua dentro de una vivienda, según datos otorgados por el Servicio Nacional del Consumidor. Además, de acuerdo a un estudio hecho por Fashion Revolution en el año 2017, el 17% del agua que es consumida en las casas se debe al uso de la lavadora y el 90% de la ropa que se lava no necesita ser lavada.
Apaga las luces que no uses: seguramente esto lo hemos escuchado infinitas veces, pero acá te explicamos porqué este hábito realmente importa. Nuestro actual modo de vida se basa en un modelo energético centrado en el consumo de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) y en el uso irracional de la energía. Ello conlleva la emisión a la atmósfera de importantes cantidades de Gases de Efecto Invernadero (GEI), principales causantes del cambio climático. Al problema asociado exclusivamente al uso de energía para generar luz, se le conoce como contaminación lumínica, y genera diversos impactos en la salud de las personas y en el medio ambiente, por lo cual es un problema para alcanzar el desarrollo sostenible.
¡No botar el aceite, jamás!: Cada año miles de toneladas de aceite vegetal usado son arrojadas por lavaplatos, transformándose en uno de los residuos más dañinos para el medio ambiente: un litro de aceite puede contaminar 1.000 litros de agua. Como ambas sustancias no se mezclan, cuando el aceite llega a los ríos o los mares queda flotando en la superficie y no permite que el agua pueda oxigenar correctamente. Esto afecta tanto a la flora como a la fauna de los ecosistemas acuáticos, que terminan muriendo. Del mismo modo, impide el paso de los rayos solares, lo que interviene en el proceso de fotosíntesis de las algas. La solución está en esperar que se enfríe y verterlo sobre una botella, para posteriormente ser reciclado.
Cerrar la llave del agua mientras no se está usando: nos referimos a aquellos momentos cuando estamos en el lavamanos/ducha/lavaplatos, y dejamos la llave corriendo mientras hacemos otras cosas. Esto, ya que al hacerlo, estaremos ahorrando importantes cantidades de este bien tan escaso. Al cerrar el lavamanos cuando nos cepillamos los dientes, enjabonamos o afeitamos, por ejemplo, nos permite ahorrar unos 6 litros de agua por minuto. ¿Qué hacer mientras esperamos que el agua se caliente? Nuestra recomendación es poner una fuente o botellas bajo la llave, y guardar esa agua para otras necesidades, como regar las plantas.
¡Reforestar el país!: ¿Desde la casa? Claro que se puede. Fundación Reforestemos permite que todos puedan plantar o regalar un árbol nativo desde la comodidad de sus hogares, el que posteriormente será plantado en áreas de alto valor ecológico que necesitan ser restauradas. Suena como una misión que requiere de un costo alto, pero son solo $4.000. Si te interesa hacer tu aporte, puedes ingresar aquí.
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Soledad Corti Otaegui de Chile ha plantado 1 árbol en la Patagonia.
