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Esta actividad abre el paso al trabajo de la Fundación Reforestemos a una nueva región, además de formar parte del plan de reforestar con 500.000 árboles nativos la zona centro-sur del país, proyecto que la fundación está realizando para recuperar zonas afectadas por los incendios forestales del 2017.
En su primera actividad en la región del Bio Bio, Fundación Reforestemos entregó 19.500 especies nativas -específicamente Quillay- a pequeños y medianos productores apícolas, con el fin de aportar a la recuperación de sectores afectados por los incendios forestales, expandiendo así su colaboración en una nueva región en la zona centro-sur y dando inicio a una serie de proyectos en la región.
Se estima que los pequeños productores apícolas del Bio Bío perdieron cerca de $50 millones a causa de los incendios forestales del año pasado, por lo que esta donación de árboles nativos es tan importante. El Quillay tiene enormes potenciales para agilizar la polinización, por ende, la producción de miel, y contiene beneficios para otras industrias, como la cosmética.
Esta entrega es la tercera que se realiza a productores del rubro apícola en la zona centro sur por parte de la fundación. En esta oportunidad, esta donación es realizada específicamente con el fin de proteger con árboles nativos una superficie de al menos 25 hectáreas, además de fomentar el rubro apícola en el mediano y largo plazo en la región, la cual es la segunda más importante en la producción de miel nacional. En esta ocasión, 18.500 plantas fueron entregadas a la agrupación APICONCE y mil de ellas al Comité Apícola de Hualqui, beneficiando así a 56 pequeños y medianos empresarios.
Suzanne Wylie, Directora Ejecutiva de Fundación Reforestemos, señaló la importancia de esta primera colaboración de la fundación en la región del Bio Bío, ya que forma parte de la expansión de la fundación al resto del país y del plan de reforestación de 500.000 nuevas plantas nativas para la zona centro sur, destacando que “estamos felices de lograr ser un aporte en el Bio Bio, pudiendo expandir nuestro trabajo a nuevas regiones. Es un hecho el enorme beneficio que la entrega de estas plantas significan para la región, especialmente para los productores apícolas, ya que debemos reactivar esta industria urgentemente. El Quillay tiene importantes propiedades, muy útiles para la industria apícola, y por lo demás, no necesariamente debe ser talado para ser un árbol productivo, sino que tiene enormes beneficios económicos, con el valor agregado de que puede crecer y producir al mismo tiempo”, señaló la directora de Fundación Reforestemos.
Parte del proyecto de la fundación en la zona es realizar charlas de educación medioambiental y actividades de plantación en colegios de la región y así fomentar la consciencia por el cuidado de los recursos naturales.
Soledad Corti Otaegui de Chile ha plantado 1 árbol en la Patagonia.