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Según el Catastro de los Recursos Vegetacionales Nativos de Chile, Monitoreo de Cambios y Actualizaciones de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), en la Región de Valparaíso hay más de 413.000 hectáreas de bosque nativo, siendo el tipo forestal esclero filo el más extenso (404.000 hectáreas), seguido del tipo forestal de la palma chilena (8.148 hectáreas). Estos componen prácticamente un 99% de la vegetación nativa presente en la región, la que se encuentra en dispares condiciones.
Los bosques nativos cumplen un rol crucial en términos de protección ecológica y bienestar humano. Su estructura heterogénea actúa como un cortafuegos natural, reduciendo la propagación de incendios forestales en comparación con las plantaciones homogéneas, donde los árboles tienen una continuidad que facilita la propagación del fuego. Además, contribuyen al ahorro hídrico al interceptar las precipitaciones y favorecer la infiltración de agua en el suelo, lo que ayuda a recargar acuíferos y mantener los flujos de ríos y arroyos.
‘En cuantoa la prevención de catástrofes naturales, estabilizan los suelos y mitigan riesgos de erosión y deslizamientos, especialmente en zonas montañosas, destacando la importancia de restaurar áreas afectadas por incendios. Estos bosques también son fundamentales para la restauración de ecosistemas, ya que proporcionan hábitats para flora y fauna nativa, capturan carbono y contribuyen a la mitigación del Cambio Climático’, señala Suzanne Wylie, directora ejecutiva de Fundación Reforestemos
La experta agrega que, además, regulan el clima local al crear microdimas favorables, reduciendo la velocidad del viento y modulando temperaturas y humedad, lo que beneficia tanto a las especies como a las comunidades. También filtran contaminantes, producen oxígeno y mejoran la calidad del aire, resaltando su papel esencial en la sostenibilidad ambiental y la calidad de vida de las personas.
En Chile la Ley N°20.283, sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal, tiene como objetivo la protección, la recuperación y el mejoramiento de los bosques nativos, con el fin de asegurar la sustentabilidad forestal y la política ambiental.
AMENAZAS
Para Katerin Farías, ecóloga y académica del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad de las Américas (UDLA) Sede Viña del Mar, las principales causas de la deforestación y pérdida de especies del bosque nativo son las plantaciones de monocultivos y los incendios. ‘El incendio de febrero 2024 que afectó a la Región de Valparaíso dañó la Reserva Nacional Lago Peñuelas, el sector de Lo Moscoso, y la superficie del palmar El Salto, viéndose afectadas especies en peligro de extinción como palmas chilenas (Jubaea chilensis), patagua (Crinodendron patagua), quisco (Echinopsis chiloensis), paramela de pangue (Adesmia balsamica), canelo (Drimys winteri) y la especie categorizada como vulnerable Belloto del Norte (Beilschmiedia miersii)’, detalla la docente, quien agrega que en el bosque nativo de la zona fueron calcinadas especies predominantes como peumo, quillay, litre, espinales y formaciones xerófitas como el quisco y la puya chilena.
Junto a lo anterior, las especies exóticas invasoras son una de las tres causas más importantes de extinción de especies en la naturaleza, junto con la alteración de hábitat y la sobreexplotación. ‘Las especies exóticas pueden presentar la condición de especie exótica invasora, cuando su introducción y/o difusión amenace a la diversidad biológica originada del lugar donde fue liberada. Para el caso de la biodiversidad del bosque chileno es especialmente frágil y susceptible a ser afectada por especies alóctonas, esto debido a que su desarrollo y evolución se ha generado en aislamiento geográfico’, comenta la académica UDLA.
Entre las especies invasoras que afectan a la Región de Valparaíso están el aromo australiano (Acacia dealbata), eucalipto (Eucalyptus globulus), pino contorta (Pinus contorta), zarzamora (Rubus ulmifolius), retamilla (Genista monspessulana) y dedal de oro (Eschscholia californica).
SIEMBRA POR CHILE
Conaf lleva a cabo en la región el Plan Siembra Por Chile, que apunta a la recuperación de la resiliencia de los ecosistemas forestales nativos, como explica Claudio Ilabaca, jefe regional del Departamento de Conservación de Ecosistemas Boscosos y Xerofíticos de Conaf: ‘Mediante este plan estamos prácticamente todos los años haciendo obras de conservación de agua y suelo y revegetación en aproximadamente 300 a 400 hectáreas dentro de la región. Éstas las estamos haciendo en predios generalmente de pequeños propietarios forestales que ya han accedido a la ley 20283, haciéndole obras complementarias al trabajo que ellos están haciendo para recuperar sus bosques nativos’.
Conaf también ha trabajado con el Jardín Botánico Nacional en obras de conservación de agua y suelo y manejo de la vegetación, como también planes de manejo para procesos de reconversión de especies exóticas, corno el eucaliptus, a especies nativas.
En tanto, en la Reserva del Lago Peñuelas se ha realizado uno de los proyectos de reconversión más grande a nivel nacional. ‘Llevamos más de 400 hectáreas que se han reconvertido, desde plantaciones de pino y eucaliptus a especies nativas, como Quillay, Peumo, Boldo, Litre y Huingán, con diferentes resultados, pero, que sin duda, se ha seguido trabajando para efectos de poder naturalizar estos ecosistemas y volverlos a su estado originario’, comenta Claudio Ilabaca.
Conaf también realiza el programa Arborización Urbana, presente en la Región de Valparaíso y que tiene por objetivo entregar árboles para mejorar la calidad de vida de las personas dentro de la ciudad y ayudar a proyectos de arborización en plazas y áreas de uso público, con especies nativas principalmente.
COLABORACIÓN DESDE LA ACADEMIA
El Centro de Acción Climática de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) desarrolla un trabajo con Conaf, colaboración público-privada para recuperación de bosque nativo. Así evalúan en conjunto experiencias de reconversión, restauración y reforestación, tanto para reconvertir zonas de plantaciones en bosque nativo como para recuperar zonas de bosque postfuego. ‘Trabajamos con Conaf en la evaluación del impacto de los cambios en el clima en la respuesta de la vegetación, entre otras nuevas iniciativas, como es el estudio de la vulnerabilidad y la resiliencia del bosque frente a sequías extremas en el Parque Nacional la Campana’, comenta Ariel Muñoz, director del Centro de Acción Climática PUCV.
La casa de estudios porteña también apoya iniciativas de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) de municipalidades de la región como Quilpué. ‘Como parte del apoyo que brindamos a los municipios para elaborar sus planes de Acción Climática Comunal, diseñamos conjuntamente estrategias y medidas de adaptación para recuperar el bosque y sus servicios ecosistémicos asociados, los cuales nos permiten en muchos casos reducir riesgos y generar bienestar social aumentando y protegiendo la biodiversidad’, comenta el académico PUCV.
Muñoz explica que varias especies del bosque nativo son menos inflamables que las especies exóticas de rápido crecimiento que suelen usarse en plantaciones forestales, con algunas excepciones que se han medido en laboratorio. Sin embargo, la gran diferencia entre estas especies nativas que poseen follaje inflamable es que no forman bosques puros en grandes extensiones, como si lo hacen las plantaciones forestales, lo cual genera paisajes inflamables. ‘En general la biomasa sea de especies exóticas o nativas puede generar riesgo de incendios, sin embargo, la heterogeneidad y diversidad del bosque nativo lo vuelve mucho menos inflamable que las plantaciones forestales de especies exóticas’, indica.
REGENERACIÓN DE BOSQUES NATIVOS
Fundación Reforestemos lleva 13 años en restauración y conservación de ecosistemas en 12 regiones y 175 comunas de Chile. Desde 2019 impulsa en la Región de Valparaíso proyectos para regenerar bosques nativos y proteger su valor ecológico, social y económico para la comunidad. Ese año ejecutaron un proyecto de reforestación en Limache, con la plantación de más de 1.200 árboles nativos. ‘En 2024, tras los devastadores incendios de la temporada anterior, nuestras labores se basaron en dos líneas de acción enfocadas en la restauración y arborización con especies nativas. Por un lado, estamos llevando a cabo labores de limpieza y prevención de incendios en el Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar como primer paso para iniciar reforestaciones en 2025′, dice Suzanne Wylie, directora ejecutiva de Fundación Reforestemos.
Además, bajo el Programa de Arbolado Urbano presente en cinco regiones del país, este año desarrollaron proyectos de arborización en Viña del Mar, con la plantación de árboles nativos en el Liceo Industrial Miraflores, con especies propias del bosque esclerófilo que aportan sombra y oxígeno, además de promover el conocimiento)’ la importancia de la flora nativa en entornos urbanos. En Quilpué también plantaron 100 árboles y arbustos nativos en seis áreas verdes, apoyando la recuperación tras los incendios.
‘A pesar de que Chile representa solo el 1,5% de las especies descritas a nivel mundial, nuestro aislamiento geográfico ha dado lugar a una flora y fauna excepcionalmente únicas, con un endemismo que alcanza entre el 22 y el 25%. Esto refuerza la importancia de proteger y restaurar nuestros bosques’, concluye Suzanne Wylie.
QUINTERO
GNL Quintero realizó un proyecto para mitigar el impacto producido tras la construcción del Terminal, en una zona industrial afectada previamente por alteración paisajística y del ecosistema nativo. Un proceso de restauración ecológica permitió recuperar el paisaje original con especies nativas de la zona, de bajo consumo hídrico, devolviendo al lugar beneficios en términos de control de erosión y ornamentales.
VIÑA DEL MAR
En 1.300 m2 está emplazado el Laboratorio Vegetal, en el terreno de Las Salinas, en Viña del Mar. Allí se estudian las propiedades y requerimientos de 25 especies vegetales que conviven entre ellas y que son parte del matorral arborescente esclerófilo mediterráneo costero, uno de los 17 pisos vegetacionales de la Región de Valparaíso. Conformado por un 100% de especies nativas, se estima que cerca de un 60% son endémicas.
QUILLOTA
En 2018 partió en la comuna de Quillota el plan ‘Quillota respira’, que logró hace un año la meta de plantar 100 mil árboles. Mitigar los efectos del Cambio Climático y entregar una mejor calidad de vida a sus habitantes fueron parte de los objetivos de esta iniciativa.*
Soledad Corti Otaegui de Chile ha plantado 1 árbol en la Patagonia.